Myriam Urzúa Venegas: ‘Los gobiernos locales son líderes en la reducción del riesgo de desastres’
Durante la VII Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, Myriam Urzúa Venegas, Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México (SGIRPC), fue reconocida por su trayectoria profesional por la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres con el primer lugar del Premio Sasakawa 2022. Sus 40 años de labor se suman a los esfuerzos globales por construir ciudades más seguras, sostenibles y resilientes, beneficiando a poblaciones, gobiernos nacionales y locales de diversas regiones de América Latina. Así, Myriam Urzúa Venegas es la primera mujer latinoamericana experta en la materia, en ser reconocida con el premio Sasakawa.
Desde el servicio público en la SGIRPC, Myriam Urzúa Venegas ha impulsado la iniciativa "Desarrollando Ciudades Resilientes 2030" (MCR2030, por sus siglas en inglés), promovida por UNDRR, para alcanzar una región más segura, resiliente, sostenible e inclusiva. Bajo su administración en la SGIRPC, la Ciudad de México se convirtió en un Nodos de Resiliencia de MCR2030, reconocimiento otorgado a los gobiernos locales comprometidos con apoyar y orientar a otras ciudades en materia de gestión del riesgo de desastres, resiliencia y acción climática.
“Este reconocimiento como Nodo nos da una responsabilidad inmensa de seguir trabajando hacia el futuro, en el que se puedan cumplir mínimamente todas las necesidades de la población, especialmente con los niños y con los jóvenes. [...] representa una posibilidad a que las ciudades de nuestro país y de la región nos consideremos aliados en esta tarea. Tenemos pleno interés en que, a través del acompañamiento y el trabajo conjunto, se fortalezca el cambio de paradigma de una gestión reactiva hacia una con visión de gestión del riesgo. En la Ciudad de México apostamos por priorizar la prevención e invitamos a otras ciudades a estar atentos a los nodos de resiliencia. Siempre unidos somos mucho más fuertes”, aseguró en conversación con UNDRR.
¿Cómo valida el Premio Sasakawa los avances de la región en la implementación del Marco de Sendai?
Más que validar, me parece que esto es un llamado para que la ayuda oficial al desarrollo priorice la reducción del riesgo y se concentre en nuestra región. Somos la región más desigual, pero también la que ha demostrado guía para atender impactos por fenómenos actuales y riesgos futuros. En la región de las Américas y el Caribe contamos con cuatro nodos de resiliencia de los 14 a nivel global: Campinas y Recife en Brasil, Medellín en Colombia y Ciudad de México, en México. Sin embargo, son muchísimas más las ciudades que han estado realizando una importante cantidad de acciones para la reducción de riesgo de desastre y con ello avances en la implementación del Marco de Sendai. Es decir, ya estamos dando soluciones escalables para proteger nuestros bienes, entornos y territorios.
El cumplimiento del Marco de Sendai representa el trabajo de muchos sectores frente a la preexistencia de una estructura económica desigual que deriva además en la persistencia de la pobreza y de la generación de vulnerabilidades en nuestra región que provoca que los desastres se exacerben. A pesar de ello, la región evoluciona y cada día se respira un aire de camino hacia la igualdad, a la construcción de una vocación universalista, a una perspectiva de derechos humanos en la que todos somos el objetivo central de sectores sociales en crecimiento.
¿Qué papel ha tenido la iniciativa MCR2030 en estos avances de la región?
La iniciativa MCR2030 ha sido un espacio de convergencia para la creación de sinergias en los territorios. El reconocimiento que se ha dado a los avances de diferentes ciudades en componentes fundamentales para la reducción de riesgo de desastre ha motivado el esfuerzo de muchas más representantes de ciudades que están día con día con la ciudadanía y con distintos sectores para priorizar la prevención, para mostrar sus acciones en la hoja de ruta hacia la resiliencia de MCR2030. La colaboración en la gestión integral de riesgo es una necesidad tanto en las ciudades, como en los países y por supuesto en el ámbito regional. Nosotros confiamos verdaderamente que los avances de unos van a servir a otros y la retroalimentación va a hacer mucho más fuerte a los equipos que están trabajando en cada uno de ellos.
¿Cómo incide el rol de los gobiernos locales en conseguir una región más resiliente?
Los gobiernos locales son líderes en esta tarea y deben cumplir su compromiso para continuar desarrollando acciones que prioricen la gestión integral de riesgo en sus planes urbanos, así como también la integración del cambio climático hacia un desarrollo sostenible. La construcción de resiliencia urbana es una tarea que nos une a todos los gobiernos locales. Todo gobierno local es un actor que debe fomentar el diálogo con otros. No estamos separados ni somos feudos distintos. La diversidad de conocimiento, las distintas capacidades, la variedad de experiencias y nuestra propia voluntad nos va a permitir sumar al reto compartido de reducir el riesgo de desastre y construir resiliencia privilegiando la prevención.
¿Cuáles son los principales retos de RRD que tiene la región a corto, mediano y largo plazo?
Lo primero es que la gestión de riesgo debe estar presente en todas las entidades, en todas las unidades administrativas y en todas las unidades operativas. Es decir, es un trabajo que debe considerarse con un enfoque transversal y eso es lo que la Ciudad de México ha estado haciendo permanentemente, ya que todas las dependencias del gobierno de la ciudad están transversalizando el tema de la gestión de riesgo y la protección civil.
También tenemos que fortalecer la gobernanza a través de una integración participativa de los diversos sectores para desarrollar instrumentos de coordinación eficaces desde la prevención, debemos fortalecer la participación de cada uno de los actores que suman a una adecuada gestión de riesgo y robustecer las actividades dentro de la gestión integral de riesgo.
Considerando el impacto que aún vemos escenario de la pandemia, debemos evaluar las condiciones presentes y plantear el punto de partida para poder cumplir con el Marco de Sendai y con todos los indicadores programas que nos estamos proponiendo. Debemos incorporar todos estos aprendizajes para tener ciudades más humanas, más sostenibles, más preparadas y resilientes frente al riesgo de desastre.
¿Qué implicaciones tendrá la VII Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres que acaba de terminar en Bali en este proceso de recuperación tras la pandemia?
Debemos valorar el espacio de diálogo que promueve Naciones Unidas a través de la Plataforma Global y resaltar que la resiliencia es responsabilidad de toda la sociedad. La pandemia de COVID-19 ha sido un hiriente llamado de atención sobre lo que estamos haciendo mal en nuestra relación con la naturaleza y dentro de la sociedad misma: las desigualdades del sistema económico imperante se tradujeron en inconmensurables cifras de muerte y sufrimiento, lo que nos ha llevado a reforzar nuestro enfoque hacia la resiliencia en la reducción de riesgo de desastre. Hemos recuperado la visión compleja e integral de nuestra sociedad a la vez que percibimos la gestión y la resiliencia como aspectos que deben ser analizados desde la propia organización de nuestras ciudades y comunidades, identificando y venciendo aquellos factores que propician las vulnerabilidades.
Por esta razón, nosotros creemos que las implicaciones de la Plataforma Global son mayúsculas ya que nos permite encontrar puntos de convergencia, ponernos de acuerdo para prevenir desastres y para proteger la vida de cada uno de los habitantes del planeta.
Un espacio para líderes locales
Durante la pasada Séptima Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres, celebrada en Indonesia entre el 23 y 28 de mayo pasado, se organizó el Foro de Líderes Locales, un espacio de discusión sobre el papel esencial que tienen los gobiernos locales en la construcción de resiliencia.
En el foro se discutió, por ejemplo, cómo el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres (2015-2030) apoya a los gobiernos locales en los avances de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, además de evaluar las herramientas que se desarrollan en este sentido a través de la iniciativa Desarrollando Ciudades Resilientes 2030 (MCR2030) y dar voz a las prácticas inspiradoras de los gobiernos locales a nivel global.
La región de las Américas y el Caribe estuvo representada por: Myriam Urzúa Venegas, titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) de la Ciudad de México, México; John Walter Pérez Bentacur, Subdirector de Conocimiento y Reducción del Riesgo de Desastres del Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres –DAGRD de Medellín, Colombia; María Elena Opazo Cortés Jefa del Departamento Gestión de Riesgo y Mauricio Monroy Muñoz, funcionario del Departamento Gestión de Riesgo de Pudahuel, Chile; y Fernando Gray, Alcalde de Esteban Echeverría, Argentina, y actual presidente de Mercociudades.
"MCR2030 ha sido fundamental para ser un puente de conocimiento, de generación de nuevos procesos y nos ha apoyado a contar las lecciones aprendidas desde Medellín hacia otras ciudades de la región y a nivel global", afirmó Perez Bentacur sobre el rol de MCR2030 en la construcción de resiliencia desde los gobiernos locales.
Por su parte, Opazo Cortés afirmó que "MCR2030 se convierte en una guía para apoyarnos a proyectar a corto, mediano y largo plazo".